Cómo hacer fotos extraordinarias de temas ordinarios usando solo el celular

Fotos extraordinarias de temas ordinarios: cómo encontrar siempre algo que fotografiar usando tu celular 

Ah, si pudiera vivir en una gran ciudad, con los edificios, la gente, las luces, entonces sí, ¡tendría miles de cosas que fotografiar cada día verdad!!

Ah, si pudiera viajar más a menudo, entonces sí, ¡mis fotos dejarían a todo el mundo sin palabras!

¿Cuántas veces has hecho consideraciones de este tipo? ¿Cuántas veces has sufrido la falta de inspiración y has culpado al lugar donde vives o a las cosas que haces?

Si bien es cierto que hay lugares, actividades y temas que naturalmente parecen más fotografiables que otros, también es cierto que en todas partes pueden y deben encontrarse oportunidades para hacer fotos memorables.

Con este artículo quiero sugerirte cómo puedes hacerlo, para que nunca te falte la inspiración y no pierdas valiosas oportunidades fotográficas.

El sujeto no lo es todo

A menudo, sobre todo cuando somos principiantes, pensamos que para tener una buena foto necesitamos un sujeto especial que destaque. Así, resulta inevitablemente difícil encontrar inspiración en los lugares donde vivimos o en su entorno. Siempre te presentan los mismos temas, que sólo pueden parecer ordinarios.

Por el contrario, la habilidad de un fotógrafo reside en detectar la belleza, lo extraordinario, en cualquier escena que observe. Por eso hablamos del "ojo del fotógrafo" sin importar que tipo de cámara estas usando

Además, no hay que olvidar que muchos artistas, incluso entre los más famosos, se han distinguido por sus obras inspiradas en temas más bien banales. Muchos se han referido incluso al mismo tema o temas repetidamente. 

Piensa, por ejemplo, en los nenúfares de Monet, en los numerosos cuadros de distintas épocas que no representan más que escenas campestres y de la vida cotidiana, en muchas fotos de uno de los fotógrafos más famosos de la historia, Henri Cartier-Bresson, dedicadas a escenas callejeras comunes...

Ciertamente, hay temas sorprendentes que cuando se ponen en una fotografía decretan gran parte de su éxito. Pero el verdadero fotógrafo no se limita a fotografiar un tema, sino la luz, las características de los materiales y las superficies, las geometrías creadas por el encuentro de líneas que caracterizan una escena, las perspectivas, las repeticiones, etc.

Como mencioné en el artículo Lo que hace bella a una fotografía, el emblema de este concepto es el famoso pimiento de Edward Weston

Cambia las rutinas

Lo que hace difícil encontrar buenas fotos en los lugares que frecuentamos más a menudo, en los lugares que nos parecen más normales, es la costumbre. 

Con un cambio de actitud, con la introducción de nuevos hábitos, nuevas rutinas, incluso los lugares, las cosas y las personas habituales parecerán más especiales (al menos desde el punto de vista fotográfico).

Para romper los viejos hábitos, una primera idea es empezar a hacer cosas nuevas o a hacer cosas viejas de una manera nueva. 

Intenta introducir una nueva actividad entre las que haces habitualmente, incluso algo que no esté directamente relacionado con la fotografía, sólo para "refrescar" tu mente, que está polvorienta y oxidada por la repetitividad de la vida cotidiana.

Intenta imaginar qué caracteriza a este entorno, qué lo hace especial, qué hay allí que no hay en otro lugar.

Un hábito que deberías intentar adquirir para mejorar tu ojo fotográfico es reducir la velocidad. Todo el mundo dice que el hombre moderno siempre tiene demasiada prisa, está demasiado agobiado, tiene demasiadas cosas que hacer. 

Esto también tiene un impacto negativo en la capacidad de identificar escenas dignas de ser fotografiadas.

Cuando salgas a caminar, o a montar en bicicleta, o incluso a conducir, tanto si llevas la cámara como si estás haciendo otra cosa, acostúmbrate a moverte más despacio de lo que todos estamos acostumbrados. Y al reducir la velocidad, observa lo que te rodea.



Un ritmo más lento te permitirá absorber mejor todo lo que te rodea, analizarlo, memorizarlo. Cuando observes, evalúa lo que ves como si fueras a fotografiarlo, aunque no lo hagas. Obtendrá dos beneficios:
  • Te entrenarás para pensar como un fotógrafo,
  • Tendrás muchas más posibilidades de encontrar algo que fotografiar y acabarás encontrando lugares a los que volver.
Otro hábito que hay que aprender es el de no mirar siempre al frente mientras se explora o simplemente se camina. En cambio, es importante mirar a tu alrededor en todas las direcciones.

Este es un consejo que también encontré en los libros de Scott Kelby, referido específicamente a la fotografía de viajes. 

En un viaje o excursión estamos acostumbrados a dirigirnos hacia un destino concreto, como un monumento o un museo, y al llegar a él lo señalamos directamente. 

En cambio, si miras a tu alrededor, puedes captar detalles que otros pasan completamente por alto, así como crear una imagen completa del lugar en el que te encuentras.

Por último, acostúmbrate a llevar un registro de lo que observa. Toma nota de todas las oportunidades fotográficas que se te presenten durante el día. 

Hay mil maneras de hacerlo: utilizar el teléfono móvil, un pequeño bloc de notas, hacer anotaciones mentales que registrarás por la noche en un cuaderno, etc.

Ejercicios para ampliar la visión fotográfica
También he encontrado algunos ejercicios que, repetidos con constancia, como en el gimnasio o en la escuela, te ayudan a entender cómo un sujeto puede ser visto de muchas maneras diferentes, algunas de ellas más fotogénicas que otras.



El primer ejercicio consiste en tomar un tema, algo que tengas a mano, y fotografiarlo de todas las formas posibles. Con "todas las formas posibles" me refiero a modificar todas las variables que se te ocurran:
  • enmarcarlo desde las posiciones más dispares,
  • encuadrarlo desde diferentes distancias,
  • utilizar todas las distancias focales posibles,
  • pruebe con varias aperturas,
  • si se trata de un objeto con partes móviles, pruebe con diferentes tiempos de exposición,
  • utilizar fuentes de luz de diferente dirección, intensidad, extensión y color,
Con este ejercicio, te darás cuenta de cómo ciertas condiciones hacen que el sujeto sea mejor desde el punto de vista fotográfico. Utilizando un tema mundano, cuando hayas encontrado la combinación de variables que lo harán brillar en una foto, la influencia de estas variables se hará aún más evidente para ti.

El segundo ejercicio es similar. Intenta encontrar una escena para fotografiar cerca de donde vives, algo a lo que puedas llegar fácilmente. 

Luego, vuelve a ese lugar repetidamente a diferentes horas del día, en diferentes condiciones climáticas, en diferentes estaciones y fotografíalo con la misma composición exacta. Conserva las fotos y vuelve a mirarlas analizando las diferencias. 

Seguramente encontrará que algunos tendrán mucho más éxito. Repitiendo este ejercicio para lugares cercanos y conocidos, aprenderás a identificar las mejores condiciones para fotografiar cualquier lugar o tema, famoso o desconocido.

Por último, un ejercicio mental que puedes hacer una y otra vez es imaginar todo lo que ves como saldría una vez fotografiado. 

Intenta imaginar diferentes profundidades de campo, diferentes distancias focales, diferentes encuadres. A continuación, utiliza tus dedos para formar un rectángulo imaginario y simular el encuadre, o recorta una tarjeta con las proporciones del sensor de tu cámara y estudia el encuadre de esta manera.

Obviamente, este último ejercicio no es factible sin haber desarrollado al mismo tiempo un conocimiento adecuado de cómo ve la cámara en función de la apertura, la distancia focal, etc.

Además de estos ejercicios, hay una forma de proyecto fotográfico que le ayudará a conocer mejor su entorno para no perder ninguna oportunidad fotográfica. El proyecto es así:

  • Ve a Google Maps y centra el mapa en el lugar donde vives,
  • Amplía el mapa hasta que cubra un área de aproximadamente un kilómetro de ancho,
  • imprimir el mapa.
Cada día, o cada semana, asegúrate de visitar una parte del mapa y marcar tu progreso. Marca dónde has estado y también dónde has encontrado algo fotografiable. Cuando hayas completado el mapa, puedes localizar otra zona o ampliar tu área de exploración.


Cómo hacer que un tema viejo o banal sea nuevo e interesante

Además de practicar estrategias para encontrar nuevos temas en lugares conocidos, hay muchas maneras de dar nueva vida a un tema que ya ha sido fotografiado o que simplemente se considera normalmente banal:

  • utiliza un encuadre inusual,
  • utiliza una distancia focal poco habitual, por ejemplo, un objetivo gran angular desde una posición muy cercana,
  • utiliza una iluminación original, lo que incluye la posibilidad de fotografiar de noche algo que normalmente se hace de día,
  • cambiar el fondo, a veces basta con cambiar ligeramente el punto de vista para hacerlo,
  • si se trata de un tema naturalista, como un paisaje o una planta, fotografíalo en una estación en la que no se suele tener en cuenta,
  • Aprovecha los fenómenos meteorológicos, por ejemplo, antes y después de las tormentas puedes crear paisajes irrepetibles,
  • fotografiarla en un momento del día en el que no suele ser captada.
Además, en esta coyuntura, la edición de fotos es especialmente útil, más que en otros casos. De hecho, cuando un tema sigue siendo banal independientemente de cómo lo fotografíes, jugando con un programa de edición fotográfica puedes transformarlo por completo, el límite es tu imaginación.

En general, pues, una excelente estratagema es acercarse a los sujetos. Si utilizas distancias focales largas, por encima de los 100 mm o, mejor aún, un objetivo macro, podrás crear imágenes de primeros planos de detalles que habitualmente se te escapan. De este modo, seguro que creas imágenes únicas y sorprendentes.





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